Una historia de desafíos; cuando un reto se vuelve una oportunidad.

Autor:  

Lic. Héctor Figueroa Solano

Fecha:  

diciembre 3, 2020


Cada persona es única, diferente, con objetivos y obstáculos muy específicos que dependen de la vida de cada persona.

Héctor comparte su historia, comenta que fue el primogénito de sus padres. A los 6 meses ellos se dan cuenta que Héctor no podía ver, esto a partir de la comparación de las reacciones de sus primos que tenían la misma edad a diferentes estímulos. Mencionaba que su madre no lo aceptaba en un principio, sin embargo, con el tiempo y un diagnóstico correcto, aceptó la realidad y trabajó para superar esa noticia.

Cuando Héctor era pequeño, sus padres no contaban con mucha información, hasta que Héctor entró a un kínder para personas ciegas. Los maestros con el tiempo recomendaron que Héctor entrara a una secundaria regular y es entonces cuando comienza a compartir espacios y convivir con todo tipo de personas. Incluso se enfrentó a bullying por parte de sus compañeros de la escuela y a diferentes situaciones.

Héctor llega a Guadalajara, desde la Ciudad de México casi a los 30 años y comentaba que esa fue una experiencia que lo formó, le ayudó a conocer amigos y a adaptarse a vivir solo. Comenzó a trabajar en diferentes lugares, desde entonces ha emprendido distintos negocios, buscando servir, aprender y seguir creciendo, además de compartir lo que la vida le ha enseñado.

La inclusión es un estilo de vida, cada quien decide cómo vivir y aceptar las situaciones presentes. Llorar y lamentarse sobre una situación, posiblemente no solucione lo que pasa, entonces es mejor ponerle una buena cara a la vida y avanzar. Héctor compartió que al aprender que cuando tienes discapacidad y no la sufres, llegan cosas muy buenas sin esperarlas.

Cada persona es responsable de sus conductas, como se porte en la vida, será su vida. Sonreír será recomenzado siempre con una sonrisa y vivir la discapacidad de manera alegre, aceptarla y buscar hacer lo mejor que podamos con lo que se tiene, para encontrar para qué se viene al mundo, en lugar de por qué.

No se puede cambiar la discapacidad, pero como padres se debe buscar dar herramientas a los hijos para que vivan su discapacidad, la acepten y la disfruten. Para hacer las cosas de la mejor forma y que los hijos sean felices. Para los hijos es importante saber que sus padres los respetan y apoyan, buscan que sean felices y se sientan parte de la sociedad.

“La vida no es mala, uno es malo.”

La vida es lo que las personas quieran, lo que cada quien se proponga y como decida vivir, se viene a disfrutar el paisaje.

“Si la vida te da limones, haz limonada”, pero también negocios, reparte con los demás lo que sabes, busca expandir tus oportunidades y las de los demás más allá de solo limonada.

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