Déficit de atención y las Condiciones del espectro autista

Autor:  

Psic. Laura Ríos

Fecha:  

julio 6, 2016


El tema del diagnóstico es complicado varias veces, debido a la confusión que puede haber entre si tiene asperger, autismo, hiperactividad o incluso los tres juntos. Por lo tanto, se hablará de la diferencia entre estas tres condiciones, y algunas de las estrategias que se pueden llevar a cabo tanto en la escuela como en casa.  Hay quienes separan estas tres condiciones por grado de severidad, sin embargo, esto es un error muy común que hace pensar a los padres que tal vez a la larga y con una serie de terapias y tratamientos, sus hijos pueden llegar a curarse, lo cual también es una falacia. 

Es incorrecta la clasificación por grado de severidad ya que no se sabe con base en qué se considera severo, por ejemplo, hay a quienes se les facilita mucho la comunicación, pero las matemáticas no son su fuerte, o viceversa. De esta manera, es una equivocación decir que el autismo es la condición más severa, porque cada quien tiene ventajas o habilidades en cierta área. 

Ahora bien, el déficit de atención se define como la condición neurobiológica que provoca en el niño dificultades en la atención, impulsividad, y hay una sobreactividad motora; se desconoce la causa, no es provocado por algún alimento, sustancia o intoxicación, es solamente una parte de la persona, que no necesariamente tiene que ser limitante. 

El déficit de atención se puede manifestar de diferentes maneras, por ejemplo, hay niños que pueden estar en el salón o en casa tranquilos, pero a la vez muy distraídos. Por otro lado, se encuentran los que tienen predominio imperativo-impulsivo, que son los que necesitan estar en movimiento todo el tiempo y por último, el tercer tipo, que es en el que se mezclan estos últimos tipos de forma equilibrada y con la misma intensidad. 

Pero, ¿a qué se refiere con que no pueda estar tranquilo? Que no presta atención a actividades, de manera que tal vez puede cometer errores por descuido en tareas de casa o de la escuela, por lo tanto, este tipo de déficit llega a ser más notorio en la escuela, además de que parece no escuchar mientras se le habla debido a que no está prestando atención, lo que hace que se pueda malinterpretar con una condición de autismo o asperger. 

Por otro lado, la hiperactividad se refiere a que se mueve en momentos que no son adecuados, habla en exceso y su discurso es desorganizado, es decir, no tiene orden lógico, hacen ruido todo el tiempo, tienen dificultades para relajarse, cambia de actividad sin finalizar alguna, es impaciente e interrumpe o se inmiscuye en otras conversaciones o juegos, lo cual hace que este tipo de niños tengan muchas fricciones con los adultos. 

Existen diferencias fundamentales en las tres condiciones ya mencionadas:

   -Déficit de atención: falta de atención, impulsividad e hiperactividad que repercuten en el aprendizaje y la socialización. Es importante resaltar que a diferencia de niños con asperger y autismo si entienden el proceso de socialización. 

   -Autismo: busca a otra persona para satisfacer alguna necesidad, hay poco interés en socializar, hay alteraciones sensoriales, es decir que se asustan fácil por sonidos, puede que no les gusta que los toquen, son muy rutinarios, tienen que adaptarse mucho para comprender los cambios. 

   -Asperger: sus principales dificultades son en la interacción social porque no la comprenden, tienen intereses restringidos que normalmente no se adaptan a sus edades, y cuentan con una comprensión literal del lenguaje, por lo que no pueden captar fácilmente el doble sentido o ciertas bromas. 

La recomendación de la conferencista, es que si reconoces en tu hijo o alumno algunas de estas actitudes, lo lleves con un profesional, que basándose en cuestionarios de conductas y pruebas psicométricas, lo pueda diagnosticar. 

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